Seguro que has oído hablar alguna vez del Círculo de Lectores. Básicamente, la dinámica de funcionamiento de este club es la
creación de una revista en la que se incluye una selección de libros (incluye
también DVD y CD) y que se edita siete veces al año. La revista se envía a los
miembros del Círculo (que también pueden acceder a su versión online) de forma
que los mismos se comprometen a comprar un libro, CD o producto multimedia de
cada revista durante los dos primeros años.
La dinámica de funcionamiento de los Clubs de Vino que
operan en el sector vinícola desde hace algunos años es muy similar. Tratando
de generar un mayor vínculo con sus clientes, algunos intermediarios han puesto
en funcionamiento clubs de vino en los que, con algún matiz diferenciador, se elabora
un catálogo de referencias de vinos (de diferentes Denominaciones de Origen y
bodegas), de forma que el cliente se compromete a comprar alguno de los vinos
que componen el surtido seleccionado con una periodicidad determinada.
En los últimos años, ha comenzado a popularizarse una
variante de los tradicionales clubs de vino. Se trata de las cajas de
suscripción periódica o Box, en las que mediante
el pago de una cantidad de dinero al mes el cliente recibe en su casa una
determinada selección de vinos previamente escogidas. Tal y como indican desde
la web www.fandebox.com, la suscripción
a cajas sorpresas se ha convertido en toda una cultura en España, pudiendo
encontrar cajas de suscripción de todo tipo: de cosméticos, de productos para
bebés o para mascotas, gastronomía etc. Veamos algunos ejemplos relacionados
con el vino.
El caso de Enolobox
En la actualidad es el proyecto estrella de la plataforma
Todovino.com (creada en el año 2000 por Gonzalo Verdera). Básicamente, el
funcionamiento de Enolobox consiste en que el cliente se suscribe y recibe cada mes una caja con tres
vinos sorpresa a un precio de 21 euros (lo que supone un descuento mínimo
del 30% frente a su precio habitual) más gastos de envío (Península 3,90€ y
Baleares y Canarias 9,90€). Además, el cliente recibe una ficha que explica los
motivos para juntar los tres productos en una misma caja, aparte de información
sobre cada vino. Uno de los puntos fuertes del proyecto es que se busca la
implicación del cliente, que puede participar con sus impresiones en el panel
de opinión mediante unas encuestas online.
En este club no hay compromiso de compra, de forma que si un
mes el cliente no desea recibir la caja no tiene más que manifestarlo. Eso sí, la
opción por defecto es que la caja se envía. Sólo si el cliente dice que no,
entonces la caja no se envía.
El caso de Wine is Social
Esta iniciativa surge de la mano de un grupo de conocidos
personajes del mundo del vino como Ferran Centelles, Raúl Igual o Cristina Alcalá (entre
otros). Una de las características diferenciales de wine is social es que se invita a
los socios a rellenar un test que clasifica al usuario dentro de diferentes
perfiles de cata (determinados con distintas formas geométricas y colores), lo
que permite personalizar la selección de vinos enviados para ajustarse más a
las preferencias del cliente.
Este club tiene diferentes planes de precios que permiten
enviar una caja con dos vinos distintos (plan Básico, por 19,99 euros al mes), dos
cajas con 4 vinos distintos (plan Descubridor, por 39,98 euros al mes) o 3 cajas con
6 vinos distintos (plan Gran catador, por 59,97 euros al mes). Todos los planes
incluyen los gastos de envío y junto con la caja se envía una ficha didáctica
coleccionable.
El caso de Boxpremier
Esta iniciativa surge de la mano de www.vinopremier.com. En este caso, los
socios reciben cada mes 3 vinos seleccionados por su sumiller en una caja
edición especial por 25 euros, gastos de envío incluidos. El cliente de Boxpremier puede suscribirse por
1, 3 ó 12 meses, de forma que las suscripciones anuales tienen un mes de
descuento.
Con más o menos similitudes, el objetivo de estos clubs de vinos
es claro: favorecer una relación a largo plazo con el cliente. Además, uno de
los puntos más interesantes de estos clubs de vino es su propuesta básica: olvídate
de tener que elegir el vino. Simplemente, pagas y recibes una selección de
vinos de determinadas bodegas. Con estas cajas, el proceso de decisión de
compra de vino se simplifica al máximo, y ya no tienes que fijarte ni en las
puntuaciones de las guías de vino, ni en las medallas conseguidas en concursos
internacionales, ni en la calificación de la añada por parte del Consejo Regulador.
Todo eso lo hace por ti el equipo de sumilleres del club y tú sólo debes
confiar en su buen criterio.
Además, la mayoría de clubs permiten suspender el envío de
los vinos de un determinado mes. Si la selección de vinos no se ajusta a tus
preferencias personales (en el caso de wine is social se busca minimizar este
efecto con el perfil de cata) o si estás fuera por trabajo o vacaciones no hay
obligación de compra. Eso sí, recuerda que la opción por defecto suele ser que
la caja se envía, por lo que es responsabilidad del cliente comunicar el no
envío de la caja cuando no le interesen los vinos elegidos.
Sin duda alguna, este sistema de compra-venta de vino supone una forma de conocer nuevos vinos muy interesante para el consumidor no iniciado,
ya que facilita al máximo el proceso de decisión de compra. Sin embargo, esta
simplificación es también su principal debilidad. Aprender a elegir el vino que
te gusta y que quieres comprar debe formar parte también de tu cultura
vinícola.
Un saludo,
Ricardo
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