Muchas bodegas elaboradoras de cava estarán terminando
de hacer balance de la campaña navideña. Con los datos reales de ventas,
algunas pensarán que ha sido un buen año mientras que otras se lamentarán por
unos resultados mejorables. En este último caso, habrá muchos factores determinantes de unos resultados que no han sido todo lo buenos que
cabría esperar. Desde el punto de vista de la gestión comercial y de marketing
es importante analizar y explicar de forma adecuada los resultados y los
factores desencadenantes de los mismos. Ya sean de naturaleza interna, como una
mala gestión de la bodega, o de naturaleza externa, como la actual situación económica,
es importante hacer un balance sincero.
Hay muchos productos que culturalmente asociamos a una
determinada época del año. En el caso de la Navidad, uno de esos productos es
el cava. Aunque su consumo puede realizarse durante todo el año mucha gente asocia su
consumo a los brindis y celebraciones propias de las fiestas navideñas: en las comidas o
cenas de empresa, en la cena de Nochebuena, en las celebraciones de la lotería o, simplemente, para brindar por el año nuevo. La importancia
de estas fechas para el sector es tal que las ventas y el consumo de cava aumentan de forma estacional desde principios de diciembre para caer en picado
a principios de enero. Por eso, muchos elaboradores de cava se la juegan
en estas fechas. Entender qué ha pasado y el porqué de los resultados
constituye el paso previo para afrontar con ciertas garantías la planificación
del ejercicio siguiente.
Además, este año ha ocurrido algo que ha agitado a buena parte
al sector del cava. En concreto, en el sector ha levantado ampollas la
iniciativa de la marca de cerveza Estrella de Galicia, que pertenece a la Corporación Hijos de Rivera (que entre otras empresas controla desde 2005 también una
bodega Gallega, Ponte Da Boga, amparada por la D.O. Ribeira Sacra). En concreto, la marca de cerveza ha apostado por segundo año consecutivo por una iniciativa
mediática que busca celebrar la Nochevieja con cerveza, consiguiendo que los
grandes grupos de televisión privada (Atresmedia y Mediaset) propietarios de las cadenas de televisión Antena
3, la Sexta, Cuatro y Telecinco se sumen a la iniciativa y brinden con la
cerveza Estrella de Galicia de forma simultánea en los programas especiales
de fin de año.
Este hecho ha generado mucho malestar en el sector del
cava y se ha visto agravado porque una de las protagonistas de los brindis, la
mediática presentadora Anna Simón, es además la actual Reina del Cava, coronada el pasado mes
de octubre en el balcón del ayuntamiento de Sant Sadurní d’Anoia. Esta circunstancia, que no deja de ser anecdótica, junto con el
malestar del sector vinícola recoge en su trasfondo tres factores que pueden tratarse por
separado.
1. La Reina del Cava
Desde hace más de 30 años, la Cofradía del Cava, que es una
asociación sin ánimo de lucro para difundir la cultura del cava y promover su
consumo, elige a la Reina del Cava que se convierte en una de las figuras
centrales de la Semana del Cava. Con esta figura se pretende lograr cierta
repercusión en los medios de comunicación, ya que personajes muy mediáticos del
deporte, la moda o el espectáculo ceden su imagen para celebrar la Semana del
Cava. Anteriores Reinas del Cava han sido Mireia Belmonte, Almudena Cid, Martina
Klein, Judith Mascó, Vanesa Romero, Helen Lindes, Verónica Blume o María José
Suárez.
Evidentemente, que la Reina del Cava de este año
promocione el consumo de cerveza justo en el momento en el que estamos
acostumbrados a brindar con cava puede resultar molesto para el sector. Como apunta el presidente de la Cofradía del Cava, Toni de la Rosa Torelló, se
entiende que “quien paga manda”, aunque con ello no esconde que hubiera
preferido que otra persona brindara con cerveza. De hecho, apunta también que quizás
los futuros contratos de la Reina del Cava deberían cambiarse para evitar este
tipo de situaciones.
2. Necesidad de separar vino y política
Tengo la sensación de que parte del malestar que hay en el
sector del cava catalán se basa también en el posible boicot que los productos
catalanes han podido sufrir en el resto de España derivados de la
situación política de las relaciones de Cataluña con el resto del Estado. Aunque nadie quiere hablar abiertamente del boicot al cava
catalán, según cifras del diario El Mundo se estima que en España se venden 13,8 millones de botellas menos de cava catalán como consecuencia de este boicot.
Sin ir más lejos, la fotografía que te presento a continuación,
del lineal de una cadena de supermercados, habla por sí sola:
Fuente: https://twitter.com/JotDownSpain |
Seguro que muchos consumidores
apelan a este hecho para elegir un cava frente a otro, y la cadena de supermercados no hace más que recoger una demanda del mercado, pero personalmente
prefiero considerar otros factores para la elección del cava. Creo que hay que separar
el cava de la política. Primar el consumo de cava no catalán por la situación
política no me parece correcto.
3. La acción comercial de Estrella de Galicia
Para mí el verdadero quid de la cuestión radica aquí. Un vez
más la cerveza le ha ganado la partida
al sector vinícola, en este caso al cava. Las tradiciones son lo que son hasta
que dejan de serlo y no se puede vivir de rentas pasadas. No podemos esperar
que el consumo de un producto se realice simplemente por tradición. Hay que
salir de la zona de confort y trabajar el mercado día a día. Aunque por su simbolismo
e historia, el cava represente el brindis por antonomasia, ¿por qué no se ha
planteado desde el sector ninguna acción comercial para “defender ese
privilegio” del que goza el cava? Es necesario que el sector del cava y las bodegas tomen la
iniciativa y adopten una posición proactiva.
Ninguna de las voces del sector que han lamentado el brindis
con cerveza ha hecho algo de autocrítica y se
ha lamentado de que el propio consejo regulador no haya tomado la iniciativa
para promocionar las campanadas de Nochevieja y el brindis por el año nuevo. Simplemente se lamentan de que sea la Reina del Cava quien lo haga con cerveza y por el hecho de que se rompa una tradición. Menos echar balones fuera y un poco más de auto crítica sería muy recomendable.
Como te comentaba al principio del post, desde una perspectiva de marketing el proceso de
planificación y ejecución comercial finaliza con el análisis de los resultados.
Es importante valorar el porqué de los resultados, identificando todo aquello
que se ha hecho bien y todo aquello que es mejorable. En un proceso de mejora
continua no basta con echar balones fuera y lamentarse por la situación. Hay
que adoptar una actitud más proactiva para defender la cuota de mercado. Sólo con esta actitud se conseguirá remontar el consumo, no sólo de cava catalán (porque al cava no catalán esto le viene de perlas), sino del vino en su conjunto.
¡Feliz Año Nuevo y bienvenido de nuevo al blog!
Un saludo,
Ricardo
Ricardo
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