Vino Berberana T&T dirigido al público joven. |
En un mercado tan competitivo como el actual, es lógico que las bodegas se esfuercen en adaptar su oferta a las necesidades, gustos, actitudes, estilo de vida y comportamientos del segmento de mercado que han establecido como objetivo. El producto vino va mucho más allá del líquido elemento procedente de la fermentación de la uva que hay dentro de la botella, e incluye una serie de aspectos tangibles (por ejemplo, la propia botella o envase) y una serie de aspectos intangibles (por ejemplo, la imagen y el posicionamiento de la bodega o marca) que de forma conjunta configuran el producto que se le ofrece al consumidor. Adaptar el producto al consumidor no se circunscribe sólo al líquido elemento, sino que también incluye adaptar el resto de atributos que configuran el producto en sentido amplio.
Yo siempre pongo el ejemplo de los ordenadores. ¿Hay ordenadores para hombres y ordenadores para mujeres? Si atendemos a los características técnicas puede que no, pero el 99% de los ordenadores rosas los compran chicas (o los compran chicos para regalárselos a chicas). En el sector tecnológico nadie discute si hay ordenadores para hombres y mujeres y ven la estrategia de color como perfectamente válida. Si el color puede constituir un factor diferenciador que ayude al consumidor a decantarse por un ordenador o marca frente a otra pues se pinta de color, y punto.
¿Por qué este debate es eterno en el sector vinícola?
En general, este tipo de debate me hace ver que el sector vinícola
no termina de ser consciente de las posibilidades que le brinda el marketing. Como bien dice Javier Escobar de la Torre en una entrada de su blog Gestión Enológica, “la gente de marketing sabe mucho más de vino que la gente del vino sabe de marketing”. Aunque muchas bodegas sí lo aplican de forma
hábil, el marketing va mucho más allá de las herramientas comerciales. Hacer
marketing supone, en primer lugar, cambiar la actitud y la forma de abordar los
procesos comerciales. Entender que toda la estrategia de la empresa no debe
pivotar en torno al vino, sino en torno al consumidor, que es al final quien
va a comprar el vino. En caso contrario, si nos centramos en exceso en el
producto incurriremos en lo que se ha venido en llamar la “miopía del marketing”: centrarnos en hacer un producto que sólo la bodega y unos cuantos enólogos entienden pero que está muy
alejado del mercado y el consumidor.
Por eso, y para contribuir a que las bodegas y tú mismo conozcas las posibilidades
del marketing nació este blog hace ya casi un año. Un año en el
que he publicado 48 entradas (contando ésta) y en el que he intentado transmitirte las
posibilidades del marketing vinícola. Para mí ha sido un año muy fructífero
y las estadísticas (visitas al blog, número de suscriptores, número de comentarios, número de veces que se
comparten las entradas en redes sociales, etc.) me dicen que te interesa lo que
aquí se cuenta.
Ahora que se acercan unas fechas en las que el consumo de vino repunta de forma estacional, no quiero dejar de recordarte el lema que da sentido a este blog: “el vino es un producto de experiencia, vive la tuya propia y no dejes que nadie la vive por ti”. Seas hombre o mujer, más o menos joven, ante todo disfruta del vino. Y si eres una bodega, centra tu estrategia en hacer disfrutar a quién va a beber tu vino.
¡Un saludo y disfruta de estas fechas!
Ricardo
PD: Durante las dos próximas semanas me tomaré un descanso. El año que viene regresaré con nuevas entradas para seguir descubriendo los entresijos del marketing vinícola.
Ahora que se acercan unas fechas en las que el consumo de vino repunta de forma estacional, no quiero dejar de recordarte el lema que da sentido a este blog: “el vino es un producto de experiencia, vive la tuya propia y no dejes que nadie la vive por ti”. Seas hombre o mujer, más o menos joven, ante todo disfruta del vino. Y si eres una bodega, centra tu estrategia en hacer disfrutar a quién va a beber tu vino.
¡Un saludo y disfruta de estas fechas!
Ricardo
PD: Durante las dos próximas semanas me tomaré un descanso. El año que viene regresaré con nuevas entradas para seguir descubriendo los entresijos del marketing vinícola.
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