Fuente: www.flickr.com (Juliana Coutinho) |
Según el Observatorio Español del Mercado del Vino, las bodegas españolas facturaron 2.237
millones de euros en mercados exteriores entre enero y noviembre de 2012, lo que supone
un 9,2% más que el año anterior. Aunque este aumento en la facturación ha ido acompañado de
una caída en términos de volumen, la buena noticia es que la fuerte subida del
precio de venta (+19,9%) ha compensado “sobradamente” dicha disminución. ¿Y por qué sube el precio de venta? Porque cae el volumen exportado del vino a granel y
aumenta el de los vinos envasados, con y sin Denominación de Origen (DOP) y el de
los vinos espumosos.
Cuando una bodega decide que quiere abrirse paso
en mercados internacionales, ¿qué factores debe tener en cuenta desde el punto
de vista comercial y de marketing?
Fundamentalmente, la principal decisión es la identificación y selección del mercado al que se quiere dirigir, es decir, elegir el país al que exportar el vino. Aunque existen muchos factores que condicionan el proceso de exportación, considero que los siguientes aspectos tienen especial relevancia:
1. Recursos y capacidades de la bodega. Lógicamente, lo primero
que se debe valorar es si la empresa dispone de los recursos y capacidades
necesarios para exportar. Es decir, si dispone de los recursos financieros,
humanos o materiales necesarios para poder llegar y competir con éxito en el
exterior. No basta con querer (condición indispensable), hay que poder. En el
blog de Wine Zentric se hace una reflexión interesante entorno a este concepto.
Además, no se puede dejar de lado la inestimable ayuda que organismos como el ICEX pueden prestar en la labor de
internacionalización.
2. Riesgo: Es muy importante valorar el riesgo implícito
asociado a la decisión de exportar. Es decir, se debe estimar el riesgo que
representa para la bodega vender (o realizar inversiones, por ejemplo comprando
una bodega en Chile) en terceros países. Aquí podemos diferenciar dos grandes tipos
de riesgo:
- Riesgo País. Los peligros que un país presenta tanto en términos económicos (que la economía de allí vaya mal) como políticos (por ejemplo, la inestabilidad del gobierno).
- Riesgo Económico. Riesgo asociado a la potencial rentabilidad de la decisión de exportar y que puede depender, por ejemplo, de factores como la fluctuación de los tipos de cambio (cuando una bodega decide exportar fuera de la zona euro).
4. Precios y márgenes. Las bodegas controlan (hasta cierto
punto) los precios y márgenes cuando venden sus vinos en España, pero cuando se
coloca el producto en un supermercado de Sanghai los costes del producto se
habrán disparado: Costes de transporte, de aranceles, de intermediarios, etc.,
y todo ello tendrá su repercusión en el precio final de venta y, por tanto, en
la competitividad de nuestra oferta. Todavía recuerdo mi sorpresa cuando en una
estancia en Bangor (Gales, UK) observé, digámoslo así, despavorido, que un vino
que en España se vende por menos de 2 euros allí lo tenían a un precio que
rondaba (incluso con la libra esterlina bastante devaluada) los 8 euros!!
5. Entorno cultural. Aunque cada vez estamos más globalizados, las diferencias culturales son fundamentales para entender bien un mercado. Piensa global pero actúa local. Se hace preciso un estudio profundo de la cultura, el idioma, la religión, las creencias o los valores del mercado destino. Todos ellos están detrás del éxito y/o fracaso de muchas empresas exportadoras.
5. Entorno cultural. Aunque cada vez estamos más globalizados, las diferencias culturales son fundamentales para entender bien un mercado. Piensa global pero actúa local. Se hace preciso un estudio profundo de la cultura, el idioma, la religión, las creencias o los valores del mercado destino. Todos ellos están detrás del éxito y/o fracaso de muchas empresas exportadoras.
Estrategia de marketing internacional.
Aparte de todos los factores anteriores, una decisión básica
del marketing internacional es la relacionada con la adaptación del producto a los mercados de destino.
No sólo hay que adaptar las características intrínsecas del vino (sus cualidades organolépticas) al mercado de destino (pensemos, por ejemplo, en los vinos Kosher destinados a Israel), sino que es muy importante adaptar también las características extrínsecas del vino (envases, etiquetas, etc.) al país de destino. Es difícil encontrar ejemplos de empresas que sigan una estrategia de estandarización al cien por cien y que vendan exactamente el mismo producto en todos los países. La mayoría de empresas realizan adaptaciones de sus productos, en mayor o menor medida, a los mercados de destino.
No sólo hay que adaptar las características intrínsecas del vino (sus cualidades organolépticas) al mercado de destino (pensemos, por ejemplo, en los vinos Kosher destinados a Israel), sino que es muy importante adaptar también las características extrínsecas del vino (envases, etiquetas, etc.) al país de destino. Es difícil encontrar ejemplos de empresas que sigan una estrategia de estandarización al cien por cien y que vendan exactamente el mismo producto en todos los países. La mayoría de empresas realizan adaptaciones de sus productos, en mayor o menor medida, a los mercados de destino.
Recientemente leía un post sobre
las "zonas de confort" que ponía de manifiesto lo fácil que es estar cómodo. Lejos de ser gratificante, adentrarse en lo desconocido puede llegar a ser una tarea ardua y complicada, e iniciarse en la actividad exportadora es adentrarse, y mucho, en lo desconocido. Lo que ocurre es que la situación actual que nos toca vivir "invita" a salir
de esa “zona de confort”, y para muchas bodegas ello implica comenzar a
desarrollar actividades tan vitales como la exportación. Suerte para todas!
Un saludo,
Ricardo
Un saludo,
Ricardo
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